La histaminosis es una intoxicación relacionada con los pescados escómbridos, tal y cómo explicaba a EL ESPAÑOL la jefa de la Unidad de Alergología del Hospital Ruber Internacional, Arantza Vega. Peces como el atún, la caballa o la sardina pueden contener una elevada concentración de un aminoácido, la histidina, que se puede descomponer en una molécula tóxica, la histamina, si el producto no se conserva adecuadamente y se ve expuesto a temperaturas elevadas.
Algunos de los síntomas de una histaminosis son los problemas digestivos, dolores articulares, rinitis y aumentos de volumen corporal. Esta intoxicación se suele confundir con una alergia alimentaria, apuntaba la especialista. Esta “reacción adversa al consumo de histaminas” puede resolverse con un cuadro leve, pero también puede provocar “situaciones muy graves de hipotensión, broncosespasmo y shock anafiláctico mortal, como ocurre en las reacciones alérgicas graves“.
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Los datos del producto afectado por la actual alerta son los siguientes según AESAN. Nombre del producto (en etiqueta): Sardina ahumada en aceite de girasol; Nombre de marca: Serie Oro El Menú; Aspecto del producto: Semiconserva; Número de lote: L202CEB0 234 60; Fecha de consumo preferente: 21/01/2023; Peso de unidad: 550 gr; Temperatura: Refrigeración.
Según la información de la que dispone la Agencia, el producto ha sido distribuido en las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Cantabria, Castilla y León, Madrid y la Comunidad Valenciana. “No se descarta que puedan existir redistribuciones a otras comunidades autónomas”, aunque precisan que “no hay constancia en España” de ningún caso de infección notificado que esté asociado a esta alerta.
“Se recomienda a las personas que tengan en su domicilio productos afectados por esta alerta, se abstengan de consumirlos y los devuelvan al punto de compra“, insta AESAN. La autoridad de seguridad alimentaria comunica igualmente que ha trasladado mediante el sistema SCIRI esta alerta a “las autoridades competentes de las comunidades autónomas”, con el objeto de que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización.
La Dra. Vega aclaraba que la histaminosis del pescado no puede detectarse por parte del consumidor. “No huele mal ni sabe mal, aunque algunos pacientes declaran que, al comerlo, notan un leve picor en la boca”, explicaba. La mayoría de afectados sufre cuadros leves, “aunque aparatosos”, sobre todo porque las personas se suelen poner “muy rojas“. Sólo un análisis químico, finalmente, certificará la presencia del compuesto.
El tratamiento para la enfermedad consiste en la administración de antihistamínicos. “Los de primera generación son los únicos que podemos administrar por vía intravenosa, por lo que son más rápidos; lo de segunda, en comprimidos, tardan unos 20 minutos en hacer efecto”, precisaba Vega. En algunos casos se recetará un antiinflamatorio para el dolor de cabeza, aunque -tal y cómo apuntaba- no siempre son eficaces para estos casos.