Como ya comentamos hace unas semanas, las lavadoras, frigoríficos, hornos, el aire acondicionado, los radiadores, lavavajillas y vitrocerámicas, son nuestros mejores aliados en las tareas y vida doméstica, pero también los que más electricidad gastan. Les siguen las teles, los equipos informáticos, dispositivos de red, los móviles, etc.
¿Cómo podemos reducir el gasto a final de mes? Pues hay pequeñas cosas que podemos hacer en casa y que tras unos días o semanas de adaptación salen casi de forma natural. A continuación os voy a contar mi experiencia personal y siete sencillas medidas que ya estamos tomando en casa para ahorrar con la nueva factura de la luz.
La colada se hace los fines de semana y a baja temperatura
La lavadora es responsable de cerca del 7,3% del gasto energético en los hogares, estando hasta el 80% de esta cifra relacionada con el calentamiento del agua para el proceso del lavado.
Hasta junio en casa se ponía varias veces entre semana, sin mirar la hora a la que lo hacíamos. Ahora hemos cambiado y dejamos las tareas de la colada para los fines de semana, momento en el que el coste de la electricidad es más bajo.
También seleccionamos modos de lavado de baja temperatura, siempre que sea posible y que la ropa no tenga mucha suciedad. Además, tenemos puestas las revoluciones de la máquina en los valores más bajos que nos permite nuestro modelo (entre 500 y 600 rpm) y optamos por tender la ropa fuera.
Los móviles, portátiles y gadgets se recargan a las 00:00
Puede parecer un poco exagerado tener que esperar a cargar el móvil a las 00:00 de la noche, ya que el consumo eléctrico y el coste asociado de uno de estos dispositivos es muy pequeño, sin embargo, es una buena costumbre siempre que podamos hacerlo y que seamos muchos en casa o que tengamos un hambriento enjambre de dispositivos a nuestro alrededor.
Si tienes que recargar 4 o 5 móviles cada día, 3 ordenadores portátiles también a diario, alguna tableta de forma ocasional y varios auriculares inalámbricos cada dos o tres días de uso, al final puede llegar a suponer un pequeño ahorro cada mes si lo hacemos en los horarios de menor consumo.
El lavavajillas lo ponemos a partir de las 00:00
El lavavajillas es otro de los electrodomésticos que más consume si escogemos modos de funcionamiento en los que tenga que calentar mucho el agua, sobre todo por encima de 60 grados.
En mi caso, salvo para lavar algo concreto que necesite tal función, utilizamos siempre el modo ECO y nos hemos acostumbrado a dejarlo preparado por la noche y a encenderlo a partir de las 00:00. No es tan ruidoso como una lavadora, así que no molesta tanto mientras hace su trabajo.
Si contáis con un modelo moderno que venga con función de puesta en marcha en diferido, podéis dejarlo preparado con los platos de la cena y acostaos, el solito se encargará de empezar a funcionar pasado el tiempo que le hayáis programado.
Apagar los equipos y dispositivos por la noche
Hemos conectado la mayoría de equipos de imagen, sonido e Internet principales del salón a una regleta y así los dejamos todos apagados por la noche para que no gasten.
Puede parecer poco consumo, pero como ya vimos hace unos días, dejar los routers, equipos de red, NAS, amplificadores WiFi, etc. suponen un pequeño gran gasto a final de mes que va sumando a la factura total.
Aquí un apunte. Si vuestra tele es un modelo OLED no podéis desconectarla de la electricidad directamente, ya que cuando la apagas desde el mando se queda haciendo durante unos minutos, en segundo plano, ajustes internos para mantener en óptimo estado los píxeles y evitar retenciones de imagen.
Cada vez que no lo uso, pongo el PC en “modo suspendido”
Los ordenadores de antes eran equipos lentos que tardaban una eternidad en arrancar y de ahí quizá me venía la manía de no apagarlo cuando estaba un rato sin usarlo. Más tarde sacaron los modos de “hibernado” y de “suspensión”, este último muy útil para reducir el consumo y tener un arranque casi instantáneo al volver a encenderlo.
Hasta ahora solo lo utilizaba si iba a estar mucho tiempo con el ordenador sin hacer nada por ejemplo para ir a comer o algo similar. Pero ahora he retomado la buena costumbre de suspender el equipo cada vez que voy a dejar el escritorio más de 5 minutos. Si tenéis un equipo de sobremesa con un gasto eléctrico elevado vuestra factura os lo agradecerá a final de mes.
Aprovechamos el calor residual del horno
También es útil aprovechar el calor residual del horno apagándolo unos minutos antes de tiempo. En casa ya veníamos utilizando este calor para cocinar varios platos al mismo tiempo pero también uno detrás de otro evitando tener que volver a calentar el horno desde cero.
Por supuesto, abrimos la puerta lo menos posible para no desperdiciar calor y si el plato a elaborar requiere estar más de una hora, como un asado, no lo ponemos primero a precalentar y luego empezamos a elaborar la comida, sino que lo hacemos al revés para no gastar energía sin motivo.
Cuando tienes calor y cuentas con un equipo de aire acondicionado puedes tener la tentación de poner la temperatura lo más baja posible que te permita el aparato para refrigerar la habitación lo antes posible.
Esto gasta más energía que si mantienes una temperatura media estable de forma constante durante las horas en las que vayas a estar en la sala. Por ejemplo, en mi caso lo tenemos puesto a 24-25 grados durante la mayoría de los días y evitamos así el exceso de consumo eléctrico.
Poner la máquina a valores por debajo de 17 grados (temperatura mínima de muchos modelos) cuando fuera hace más de 40 grados lo que va a conseguir no es enfriar la sala antes, sino que los compresores estén permanentemente funcionando a plena potencia tratando de rebajar esos grados adicionales, sin que aproveches las ventajas de los modelos inverter (ya que será muy difícil que la alcancen y pueda mantenerse sin actuar el equipo) y con un gasto eléctrico más elevado.
FUENTE: XATAKA